Quien no ha comido en estos días de Semana Santa, unas torrijas, hojuelas, buñuelos con miel tan ricos.......................... aquí os paso una receta tan dulce como vosotros, si sois tan golosos como yo.
En un bol ponemos 1 huevo. Si quieres más cantidad puedes duplicar las cantidades de lo que yo te vaya diciendo. Con 1 huevo salen alrededor de 2 docenas de hojuelas. Reserva un medio cascarón de huevo para usarlo como medida.
Pon un poco de aceite de oliva a calentar y cuando empiece a humear, apártalo y déjalo enfriar. Una vez que esté frío, añádele al huevo un cascarón de este aceite frito y frío.
Otro cascarón de vino blanco, la ralladura de 1 limón y mezclamos todo.
Ahora le agregamos harina, poco a poco, la que admita. Hasta que la masa se te despegue de las manos. No se te debe pegar a las manos.
Dejamos reposar unos 30 minutos y después vamos cogiendo bolitas pequeñas de masa porque la vamos a estirar.
En una superficie, en la que espolvorearemos un poco de harina para que no se nos pegue la masa, con la ayuda de un rodillo vamos a estirarla hasta dejarlas muy finas. Hacemos un par de cortes en la masa, con la ayuda de un cuchillo.
Calentamos aceite de girasol y cuando esté bien caliente freiremos las hojuelas. Cuando estén doradas las sacamos y las pasamos a una fuente con papel absorbente para eliminar el resto de aceite. Yo las doblo para echarlas en el aceite, en forma de 8, pero puedes darle la forma que quieras.
En una olla pequeña vamos a poner 3 o 4 cucharadas soperas de miel, un chorrito de agua (como dos dedos de un vaso) y calentamos un poco sin que nos llegue a hervir. Sólo para diluir un poco con el agua.
Vamos pasando las hojuelas una a una por la miel y las colocamos en otra fuente.
