Aunque muchas personas ya saben de sus aplicaciones medicinales, existen algunos usos alternativos que siguen siendo desconocidos. En esta ocasión queremos compartir 7 formas de utilizarla para sacarle todo el provecho.
La miel de abeja es uno de los ingredientes que nos ofrece la naturaleza con múltiples usos en lo que tiene que ver con la salud, la belleza y el hogar.
Desde tiempos ancestrales muchas culturas se apropiaron de ella para realizar remedios naturales y disfrutar de su delicioso sabor dulce en la elaboración de muchas recetas.
Hoy en día sigue siendo bastante popular en todo el mundo y cada vez son más las personas que la eligen para aprovechar cada una de las propiedades que puede aportar.
Hasta el momento está comprobado que cuenta con cualidades antisépticas, laxantes, diuréticas y calmantes, las cuales sirven para tratar diversas patologías y elaborar distintos tratamientos de belleza.
1. Conservante para las frutas
Para conservar las frutas casi siempre se utiliza un tipo de jalea especial, a la que se le agregan algunos conservantes adicionales.
Para sustituirla de una forma más saludable y orgánica una buena opción es empezar a usar un almíbar de miel.
¿Cómo utilizarla?
Si las frutas son dulces se tendrá que utilizar una parte de miel y otra de agua.
Si son ácidas se incorporan dos partes de miel y una de agua.
En ambos casos se mezclan los dos ingredientes y luego se utilizan para cubrir las frutas, dentro de un recipiente hermético.
2. Calmante para cortes y quemaduras
La miel contiene una buena cantidad de peróxido de hidrógeno, que se utiliza para la desinfección y protección de las heridas en la piel.
Tras ser aplicado en la zona afectada, la glucosa se diluye con el fluido corporal y, poco a poco, libera este componente antiséptico.
Por otro lado, tiene un efecto calmante y una importante acción hidratante que pueden servir en el tratamiento de las quemaduras causadas por el sol o por el fuego.
¿Cómo utilizarla?
Basta con aplicar una ligera capa de miel sobre la herida o la quemadura para calmar la inflamación y proteger contra una posible infección.
3. Contra las resacas
Tras pasarse de copas en la noche anterior es común experimentar una serie de síntomas que nos hacen sentir más cansados y con dolor de cabeza.
Para combatir esa molesta resaca vale la pena consumir un poco de miel, ya que esta acelera el metabolismo para quemar el alcohol y recuperar la energía del cuerpo.
¿Cómo utilizarla?
Tan solo tienes que diluir una cucharada de miel en un vaso de agua o de jugo de naranja.
4. Combatir los parásitos
Los nutrientes y propiedades de la miel combinados con la acidez del vinagre pueden ayudar a controlar los problemas causados por los parásitos.
¿Cómo utilizarla?
Se diluye la miel en un vaso de agua con una cucharada de vinagre de manzana.
La preparación se toma tres veces al día, durante dos meses seguidos.
5. Cabello saludable
Muchos de los tratamientos de belleza para el cabello contienen miel entre sus ingredientes activos.
Y es que este componente puede fortalecer las raíces del pelo y actúa como un excelente hidratante para evitar la sequedad o problemas como la caspa. Por otro lado, ayuda a conservar la melena suave y funciona como un acondicionador natural.
¿Cómo utilizarla?
Aplicar una capa de miel por todo el cuero cabelludo y cabello.
Dejar actuar durante 20 minutos y enjuagar.
6. Antibiótico natural
Las propiedades antibióticas de la miel han demostrado ser más efectivas contra patógenos comunes como la E. Coli y la Salmonella, al igual que otros, como el Staphylococcusaureus, que ya han desarrollado una resistencia a medicamentos convencionales como la meticilina.
¿Cómo utilizarla?
Se puede consumir de forma directa diluida en agua, o bien, aplicarla sobre la piel.
7. Energizante natural
Las bebidas deportivas y los energizantes comerciales contienen algunos aditivos que no son del todo buenos para la salud del cuerpo.
La miel, con 17 gramos de carbohidratos por cucharada, es un excelente sustituto para energizar el cuerpo y mejorar su rendimiento físico y mental.
¿Cómo utilizarla?
La forma más simple es incorporando una cucharada por cada vaso de agua.
También se puede aprovechar con otros ingredientes en un batido.