Todos sabemos que los dulces y refrescos no son lo mejor para mantener la línea o tu salud dental, pero un nuevo estudio ha puesto de manifiesto que demasiada azúcar también puede lastimar tu cerebro.
En el estudio, llevado a cabo por la Universidad de Nueva Gales del Sur, los investigadores observaron cambios en los cerebros de los ratones estudiados en las regiones del cerebro que controlan el comportamiento y el funcionamiento cognitivo de una forma similar al causado por el estrés extremo en las primeras etapas de la vida.
Es sabido que las experiencias adversas en las primeras etapas de la vida, como abuso o estrés extremo, aumenta el riesgo de una mala salud mental y trastornos psiquiátricos en el futuro.
Utilizando ratones, los investigadores buscaron examinar si el impacto de estrés en la primera etapa de la vida aumentaba al beber altas cantidades de bebidas azucaradas tras el destete.
Para recrear el trauma de las primeras etapas, después de que las ratas nacieran, la mitad de la camada fue expuesta a materiales limitados de anidación de los días dos a los nueve tras su nacimiento. Después fueron devueltos a un nido normal hasta que fueron destetados. El nido limitado altera el comportamiento maternal y aumenta la ansiedad en los sujetos más adelante en la vida.
Tras el destete, a la mitad de las ratas se le dio un acceso ilimitado de agua y alimento bajo en calorías, mientras que a otros se les dio alimento, agua y una solución conformada por el 25% de azúcar para que éstas eligieran cual tomar.
Se estudiaron cuatro grupos de ratones – control (1), control con bebidas azucaradas (2), expuestas al estrés (3) y expuestas a estrés con bebidas azucaradas (4). Tras 15 semanas, estudiaron como el estrés inicial podría impactar la salud mental examinando el hipocampo. Descubrieron que el consumo crónico de azúcar en las ratas del grupo 2 producía cambios similares en el hipocampo a los vistos con las del grupo 3.
Los efectos en ambos grupos afectados estaban relacionado con una mayor producción de cortisol, lo que puede afectar la habilidad para recobrarse de la exposición a una situación difícil. Además hubo una reducción en el gen Neurod1, que es importante para el crecimiento de los nervios.
Los resultados, mostrados en el diario Frontiers in Molecular Neuroscience, sugieren que si hay procesos similares en juego en los humanos, entones se deberán tomar medidas para reducir el consumo de azúcar, en especial en debido a que los individuos que registran un mayor consumo están entre los 9 y 16 años.