El polen de abeja es considerado un superalimento para el organismo humano.
El polen es un alimento que se recoge de la colmena en unos cajones que se ponen delante de la piquera por donde entran las abejas, estas lo toman de las plantas y lo transportan en sus patas en forma de gránulos anaranjados que ellas mismas elaboran y mezclan con el néctar para alimentarse.
Es considerado un superalimento por la infinidad de nutrientes que contiene: posee los 22 aminoácidos esenciales, vitaminas A, D, E, C, K y del complejo B, minerales como sodio, potasio, calcio, hierro, magnesio, cobre, zinc, manganeso, fósforo, plomo y azufre y enzimas digestivas. Además es fuente de proteína y fibra.
¿En que nos beneficia su consumo?
El polen funciona como un energizante natural que aumenta la resistencia física, reduce la fatiga y el cansancio. A su vez fortalece el sistema inmunológico, elevando las defensas del cuerpo para combatir virus, infecciones y bacterias, y aumenta la hemoglobina de la sangre, siendo favorable para combatir la anemia.
Resulta útil para reducir los niveles de colesterol malo en la sangre, reducir la hipertensión arterial, mejorar el sistema circulatorio y así proteger y cuidar la salud del corazón.
Es un gran antioxidante que protege al organismo frente a los radicales libres que dañan las células ayudando a prevenir enfermedades degenerativas, algunos tipos de cáncer y el envejecimiento prematuro. Mientras que también mejora la irrigación cerebral y la capacidad intelectual, regula el sistema nervioso, reduce los niveles de estrés y mejora el estado de ánimo.
También favorece al sistema digestivo facilitando sus procesos y regulando el tránsito intestinal. Favorece y regenera la flora bacteriana intestinal.
Y es bueno para la vista, para detener la caída del cabello y regular las glándulas endocrinas, así como para reducir la inflamación de próstata y mejorar la vida sexual.
